Hoy, el mundo de las letras despide a Mario Vargas Llosa, una de las voces más influyentes de la literatura contemporánea. Premio Nobel, narrador insaciable de las pasiones humanas y cronista de las tensiones entre libertad y poder, Vargas Llosa deja tras de sí una obra inmortal y también, para nosotros, un lazo íntimo con Formentor.
Fue aquí, en Pollença, en Formentor, en este enclave privilegiado de Mallorca, donde el autor peruano-español compartió largas veladas con otros gigantes de las letras —Gabriel García Márquez, Camilo José Cela, Carlos Barral— en el marco de las célebres Conversaciones Literarias de Formentor. Aquellas jornadas no fueron simples encuentros: fueron celebraciones de la palabra, verdaderos rituales de creación y pensamiento.
Entre debates apasionados y paseos al atardecer, nació una suerte de Club de los Poetas (nombre de una especie de bar o lugar de encuentro vecino al hotel), donde los versos se entrelazaban con el vino, y las novelas eran apenas excusas para hablar de la vida. Formentor era entonces más que un hotel: era un refugio del alma literaria.
En una ocasión, Vargas Llosa dijo:
“La literatura es fuego. Es insurrección, es crítica. No puede ser neutral.”
Y así fue su presencia en Formentor: encendida, crítica, viva.
Se cuenta —como parte de esas leyendas que solo nacen en lugares con alma— que en una de aquellas cenas, entre risas y provocaciones, Cela bromeó con García Márquez: “Tú escribes realismo mágico, pero yo vivo realismo bruto.” Y que Vargas Llosa, siempre agudo, habría añadido con ironía: “Lo nuestro es realismo político… y con resaca.”
Más allá de las anécdotas, lo cierto es que Mallorca, y especialmente Formentor, fue testigo privilegiado de un tiempo irrepetible. Las ideas volaban alto, las copas se llenaban al ritmo de los versos, y los pasillos del hotel se volvían corredores de inspiración.
Muchos asocian Pollença con la creación, con el pensamiento libre, con el arte que se nutre del paisaje y la conversación. Y aunque hoy su voz se apague, en cada rincón de Formentor parece seguir flotando ese espíritu de diálogo, ese deseo de contar y comprender el mundo.
Lecturas recomendadas:
La ciudad y los perros – La novela que reveló a Vargas Llosa al mundo, una crítica feroz al autoritarismo en un colegio militar de Lima. Cruda, intensa, imprescindible.
Conversaciones en Formentor – Recopilación de textos y memorias sobre las jornadas literarias que marcaron una época. Testimonios de primeras voces del siglo XX.
La fiesta del Chivo – Una obra maestra del realismo político, ambientada en la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Poder, miedo y memoria al máximo nivel narrativo.